lunes, 11 de marzo de 2013

Josh Rouse - 1972 (2003)


Ya he hablado de Josh Rouse: todavía recuerdo la maravillosa experiencia de verle en directo en la Sala El Sol, y tras ella, conseguí un par de sus discos. Más en concreto el perfecto "Nashville" y el también genial, aunque menos, "1972", que es el que nos concierne.

Cuando empezó, Rouse era básicamente un cantautor de folk pop pegadizo con unos cuantos temas sólidos a sus espaldas, pero poco más. Fue aquí cuando empezó a explorar territorios que le llevaron a componer alguna de sus canciones más memorables.



La referencia aquí, por extraña que parezca tratándose de un muchacho de la Nebraska rural, es el soul y el R&B, por lo menos en unos cuantos cortes. Sin ir más lejos, mi preferido de todo el disco, "Come Back (Light Therapy)". Con un bajo penetrante al comenzar, empiezan a abrirse paso con parsimonia los metales y al final entran las cuerdas funky-disco. Coros, armonías, y una capacidad adictiva over 9000.

La influencia es incluso más clara en el piano eléctrico y las flautas de "Love Vibration", solo de saxo incluido. Es todo muy bucólico, muy happy, muy de pajarillos canturreando sobre las copas de los árboles. Todo lo contrario a "James", la historia de un alcohólico al que, si no recuerdo mal, Josh conoció en un concierto de Belle & Sebastian. La flauta setentera (sé que es una especie de tópico del soul, pero no se me ocurren más ejemplos que el "Since I Left You" de The Avalanches... que es un género en si mismo) vuelve a aparecer en el estribillo, como haciéndole la competencia al falsete de Josh. Todo para concluir en un final digno de Marvin Gaye, sencillamente espectacular.

Hay canciones que parecen más acordes con lo que esperamos del disco. La de apertura, "1972", es una de ellas. Una balada con un estribillo precioso y una gran letra sobre el pasar del tiempo y los sueños que se escapan. Por otro lado, está "Under Your Charms", el intento de Josh de hacer un tema de dormitorio como esos grandes maestros de los setenta tipo Al Green o el ya citado Marvin Gaye, con cuerdas tensas y guitarra wah-wah. Son canciones sin duda satisfactorias: no espectaculares, pero de una altísima calidad.

"Flight Attendant", que trata sobre su infancia, tiene algo que parece prever los futuros giros de su carrera: un toque como de lounge que abordaría por completo (con resultados cuestionables) en álbums como "El turista". Por suerte (al menos en mi opinión) parece que ha dejado un poco de lado esa faceta. El final de esta canción, para cantar a gritos, ya va más de acuerdo con la tónica general del disco, y es con mucho lo mejor del tema.

El resto de canciones son buenas: "Rise" pone broche al disco de forma magistral, y "Slaveship" es un tema bastante divertido para dar palmas al ritmo, y con un piano genial. Para completar tenemos la balada acústica "Sparrows over Birmingham", en la que Josh se tira al gospel de cabeza con un final digno de iglesia de Harlem, y la percusiva "Sunshine".

En resumen: gran disco de pop facilito de digerir, y que desde luego sirve para abrir boca para la obra maestra que Josh hizo dos años después en "Nashville".

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LO MEJOR: "Come Back", sin duda.

LO PEOR: No hay nada especialmente destacable para mal. "Sparrows Over Birmingham" y "Sunshine" no son demasiado memorables, pero bueno.

NOTA ACTUALIZADA 2017: 21/30

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